Enlace a la web del Aula de Cine de la Universidad de Zaragoza.

“El mundo sigue proporcionando recursos y conocimientos para responder a las necesidades de los niños afectados por la guerra y, sin embargo, estamos fallando en proteger a los más vulnerables en la República Centroafricana, Nigeria, Irak, Sudán del Sur, Siria, Yemen y en casi todas las situaciones que tenemos en nuestra agenda”, aseguró recientemente Leila Zerrougui, la Representante Especial del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas para la cuestión de los menores y los conflictos armados.

El aumento de los actos de violencia extrema focalizados directamente sobre niños, el desplazamiento de millones de niños y niñas, y los secuestros masivos de menores son sólo algunos ejemplos de los crecientes desafíos a los que se enfrenta la comunidad internacional para proteger a los niños y niñas en las complejas crisis humanitarias y de protección.

En los últimos diez años, dos millones de niños y niñas han muerto como consecuencia directa de conflictos armados. Aún mayor –al menos seis millones– es la cifra de niños y niñas que han quedado incapacitados de por vida o que han sufrido daños graves. Más de un millón han quedado huérfanos o han sido separados de sus familias. Cada año, las minas terrestres matan o mutilan a entre 8.000 y 10.000 menores de edad. Se estima que alrededor de 20 millones de niños y niñas han tenido que abandonar sus hogares por causa de conflictos armados y violaciones de los derechos humanos, viviendo como refugiados en países vecinos o desplazados internamente dentro de las fronteras de su propio país.

En esta quinta edición del Ciclo de Cine sobre Derechos de Infancia y Adolescencia que planteamos desde la asociación Universitarios con la Infancia, en colaboración con el Aula de Cine de la Universidad de Zaragoza, queremos visibilizar esta realidad y promover la reflexión acerca de las violaciones flagrantes más atroces de los derechos de la infancia.

Iniciamos el ciclo con la franco-alemana Después de la guerra (Après la guerre), de Jean-Loup Hubert. Realizada en 1989, sitúa la acción en el verano de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, en un pueblo de la Alta Provenza que se prepara para acoger a las tropas aliadas y así oficializar la liberación. Dos niños franceses huérfanos, huidos al campo tras contemplar un asesinato en el pueblo, se topan con un soldado alemán, con quien continuarán su periplo. Es ese confuso periodo en el que una guerra termina, nadie sabe a qué atenerse y cualquier cosa puede suceder.

El círculo perfecto (Savršeni krug), dirigida por Ademir Kenovic en 1997, es una película bosnia con coproducción francesa. Durante el sitio de Sarajevo (1992-96), Hamza, un poeta alcohólico que ha enviado a su familia a Croacia, recoge a dos hermanos huérfanos que, escapando de la masacre en su pueblo, han llegado a la ciudad en busca de un familiar. Juntos tratan de sobrevivir en el horror del sitio de Sarajevo, mientras Hamza recita versos del renombrado poeta bosnio Abdulah Sidran, coguionista de la película.

El libanés Ziad Doueiri escribe y dirige en 1998 la película West Beirut (West Beyrouth (À l’abri les enfants)), que arranca el 13 de abril de 1975 con el inicio de la guerra civil libanesa. Tarek y Omar, dos adolescentes que viven en Beirut oeste, la parte musulmana de la ciudad, serán testigos de esa guerra. Una ciudad dividida en un país dividido y dos jóvenes musulmanes que sin embargo tratan de vivir ajenos a la guerra y comparten aventuras con una joven cristiana.

Las tortugas también vuelan (en persa لاک‌پشت‌ها هم پرواز می‌کنند Lâkpošthâ ham parvâz mikonand), realizada en 2004 por el director kurdo iraní Bahman Ghobadi, cuenta la vida de una pandilla de niños en un campo de refugiados kurdos en la frontera entre Irak y Turquía, justo antes de la invasión de Irak en 2003 por parte de la coalición liderada por los Estados Unidos. Los niños, marcados por la guerra, mutilados, huérfanos, hambrientos, desgarrados, son los que se llevan la peor parte, obligados a sobrevivir en condiciones infrahumanas y convertirse en adultos pese a su temprana edad.

Voces inocentes, película mejicana del año 2004 del director Luis Mandoki, transcurre durante la guerra civil salvadoreña en 1980 y se basa en la infancia del escritor Óscar Torres, guionista de la película. Chava, a sus 11 años, vive con la preocupación de ser reclutado, ya que los niños mayores de 12 años son movilizados para la guerra. Su padre dejó a su familia para ir a los Estados Unidos, por lo que Chava, a temprana edad, es el hombre responsable de la casa.

Adiós mamá (Äideistä parhain), coproducción de Finlandia y Suecia, dirigida por Klaus Härö en 2005. Cuenta la historia de Eero, un niño finlandés de 9 años cuyo padre muere en 1943 durante la guerra y es llevado a Suecia como refugiado, donde es ubicado con una familia de acogida, como otros 80.000 niños finlandeses en aquellos años. La historia se centra en las dificultades de Eero para adaptarse a la nueva situación, lo que incluye la barrera lingüística, el resentimiento hacia su nueva madre, el deseo de regresar con su madre biológica y su miedo al abandono.

Zozo, película sueca de 2005 escrita y dirigida por Josef Fares, nacido en Beirut y emigrado con 10 años junto a su familia a Suecia. La película cuenta la historia de un chico libanés que es separado de su familia y llevado a Suecia, donde viven sus abuelos, durante la guerra civil de Líbano. Se trata por tanto de una historia con alto contenido autobiográfico.

Los colores de la montaña, película colombiana de 2010 dirigida por Carlos Arbeláez, cuenta la pequeña historia de Manuel y sus amigos de escuela. Tienen una pelota con la que juegan al fútbol todos los días en el campo. Pero un accidente inesperado hace que el balón caiga en un campo minado. A pesar del peligro, Manuel decide no abandonar su balón. Película que habla de la realidad de millones de colombianos que han sufrido un conflicto interno desde 1948, dando como resultado ser el segundo país en el mundo con mayor tasa de desplazamientos forzados.

En esta quinta edición del ciclo de cine sobre derechos de infancia y adolescencia, queremos haceros pensar en el elemento más horrible de un conflicto bélico: la pérdida de la inocencia de los niños; los peor parados cuando a los demás les da por pelear.

Dossier final con los materiales editados y apariciones en prensa.