Título en España: West Beirut
Título original: West Beyrouth (À l’abri les enfants)
Año: 1998
Duración: 105 min.
País: Francia-Noruega-Líbano-Bélgica
Dirección y Guión: Ziad Doueiri
Fotografía: Ricardo Jacques Gale
Música: Stewart Copeland
Dirección de producción: Catherine Puech y Elie Adabachi
Decorados: Hamzé Nasrallah
Vestuario: Pierre Matard
Montaje: Dominique Marcombe
Reparto: Rami Doueiri, Mohammad Chamas, Rola Al Almin, Carmen Loubbos, Joseph Bou Nassar, Liliane Nemry, Leila Karam, Mahmoud Mabsout, Hassan Farhat, Fadi Abou Khalil
Sinopsis: 13 de abril de 1975: primer día de la Guerra Civil del Líbano, Tarek y Omar son dos adolescentes que viven en lado Oeste de Beirut, la parte musulmana de la ciudad. Intentan ignorar la tragedia que se desarrolla ante sus ojos, y junto a una joven cristiana de su vecindario, recorren las calles en busca de aventuras, filmando lo que ven. Pero poco a poco se verán atrapados por la violencia de un país dividido.

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El libanés Ziad Doueiri escribe y dirige en 1998 la película West Beirut (West Beyrouth (À l’abri les enfants)), que arranca el 13 de abril de 1975 con el inicio de la guerra civil libanesa. Tarek y Omar, dos adolescentes que viven en Beirut oeste, la parte musulmana de la ciudad, serán testigos de esa guerra. Una ciudad dividida en un país dividido y dos jóvenes musulmanes que sin embargo tratan de vivir ajenos a la guerra y comparten aventuras con una joven cristiana.


(El siguiente texto ha sido extraído de http://www.ojocritico.com/criticas/radiografia-del-amor-dentro-de-una-contienda-civil/)

West Beirut narra la vida de dos adolescentes musulmanes, Tarek y Omar, durante la guerra del Líbano. El 13 de abril de 1975 los pasajeros de un autobús palestino fueron asesinados por la milicia delante de los dos adolescentes protagonistas de este largometraje. Este será el primer día de la Guerra Civil Libanesa. Los dos jóvenes viven en Beirut Oeste, la parte musulmana de la ciudad, de ahí el título de la película. La otra parte, la zona Este será controlada por los cristianos y constituirá el anhelo de los jóvenes. La trama, dentro de su componente lírica, relata justamente cómo en ambos se despierta el amor hacia la misma muchacha, una joven cristiana llamada May. El film no es ajeno al enfrentamiento descarnado y la violencia del Líbano de hace algunas décadas, y cómo ello condiciona la vida de los jóvenes y sus familiares.

Lo que Tarek y Omar pretenden es revelar una grabación, pero la tienda de fotografía queda en la parte Este. En el intento llegarán al burdel del barrio Oliviers, lugar de encuentro entre musulmanes y cristianos, a fin de divertirse. Y es así como se desarrolla la historia. Con el transcurso del tiempo las familias de los jóvenes pasarán necesidades y tendrán gran temor a cómo puedan evolucionar los acontecimientos. Hay, claro, un final. Pero este “The end” queda abierto a que cada cual haga sus cábalas.

Es una película poética excelentemente dirigida por el poco prolífico Ziad Doueiri en la que sería su ópera prima. Cuenta el film de un interesante guión del propio Doueiri, una excelente fotografía de Ricardo Jacques Gale que embellece esta dramática historia con una cámara testigo de todo lo que sucede, y una música que acompaña a la perfección de Stewart Copeland.

El film tiene un excelente reparto donde destacan Rami Doueiri, Mohammad Chamas, Rola Al Amin y Carmen Loubboscomo figuras principales, junto a Joseph Bou Nassar, Leila Karam, Mahmoud Mabsout y Hassan Farhat en una gran interpretación coral de parte de todos.

La historia se desarrolla en el Beirut de no hace tanto, cuando las distintas facciones en liza y la participación de sirios, palestinos o cristianos, junto a los señores de la guerra dibujaron un desolador panorama de violencia y guerra en un país que llegó a ser antes de la conflagración un paraíso para el turismo occidental y de todo tipo de visitantes que frecuentaban sus hermosas playas y lujosos Hoteles.

El gran crítico Ángel Fernández Santos (1934-2004) la calificó de “pura poesía cinematográfica” y de película “magnífica”. Y yo acuerdo y además añado que es una película de una gran hermosura y valores y cualidades que se despliegan en cada escena y en cada fotograma. Una película que habla de lo humano, aun en el contexto de guerra en que viven los personajes. La perspectiva en este mundo de explosiones y disparos del niño, del joven, de personajes que viven accidentalmente la guerra viéndola incluso con extrañeza y desde luego sin involucrarse en ella. En la película la guerra no es ningún motivo para ideas políticas o ideológicas, sino meramente (y no es poco), el escenario en el que se desenvuelven los protagonistas, haciendo, eso sí, que las cosas transcurran de forma particular, de forma evidentemente difícil.

Pero los verdaderos protagonistas del film son la amistad, el amor, la juventud, las ganas de conocer el otro lado de un Líbano y un Beirut dividido, si no físicamente, sí por barreras muy marcadas por diferentes condiciones de vida.

A pesar de las difíciles condiciones del contexto, los personajes se mueven jovialmente y la cinta tiene un tono alborozado y alegre donde los protagonistas hacen una vida lo más normal posible, habida cuenta las circunstancias. Y este afán de Ziad Doueiri permite disfrutar todo el metraje, los 106 minutos intensos, amorosos y de buen sabor.

Se nota que faltó presupuesto para su realización, pero esa carencia está sobradamente compensada con una efectiva puesta en escena. Como dice Fernando Morales del Diario El País, es una “dura y universal radiografía de cualquier enfrentamiento civil”. Un film original, atípico y en cualquier caso recomendable.


Más información:
http://elpais.com/diario/1999/03/26/cultura/922402808_850215.html