Título en España: The First Movie
Año: 2009
Duración: 56 min. Documental
País: Reino Unido
Dirección: Mark Cousins
Guión: Mark Cousins
Fotografía: Mark Cousins
Música: Melissa Hui
Sinopsis: El documental explora cómo abordan los niños los conflictos bélicos; no cuando hacen frente a ellos en primera persona, sino cómo les afectan cuando tienen lugar en otros países, cuando cuentan historias o juegan videojuegos.
El objetivo de convertir a los niños en creadores y narradores de su propia historia es el germen del documental The First Movie (2009), dirigido por el cineasta británico Mark Cousins. El mediometraje aborda el viaje de Cousins a Goptapa, un pueblo iraquí de mayoría kurda, donde reparte cámaras entre los niños para que graben su vida cotidiana. Alejado de las imágenes tremendistas que se asocian con Iraq en los medios de comunicación, el documental es una oda al poder de la imaginación, y del cine en particular, como antídoto frente a las injusticias que viven estos pueblos en el Medio Oriente.
(El siguiente texto ha sido extraído y traducido de https://permanentplastichelmet.com/2011/12/13/the-first-movie/)
Mark Cousins, el hombre detrás de la reciente y excepcional serie The Story of Film, canaliza su pasión por el cine en este encantador e inusual documental que da voz audazmente a las perspectivas de los niños kurdos en Goptapa, Irak.
En 1988, el régimen baazista de Saddam Hussein gaseó esta aldea de minoría étnica durante la campaña genocida conocida como Anfal, matando al 14% de su población. Como Cousins creció en Irlanda del Norte durante los disturbios, se identifica fuertemente con cómo un niño experimenta los traumas de la guerra. Cuando era joven, dice que los conflictos que lo rodeaban lo “ablandaron”, pero pudo refugiarse en la belleza de su tierra natal y en los mundos imaginados de las películas. Los niños de Goptapa también están atormentados por el conflicto, están rodeados de una hermosa tierra, pero no tienen acceso a las películas ni al escape que éstas les brindan. Cousins cree que su experiencia personal muestra cómo las amenazas cotidianas de la guerra podrían mantenerse a raya alimentando su imaginación. Esto estimula su búsqueda para ver si el cine puede hacer la misma magia para los niños de Goptapa como lo hizo para él.
El experimento de Cousins de conceder a estos niños acceso al cine como consumidores y productores envuelve al público en un mundo de sueños. Presenta a Goptapa películas que despiertan la imaginación, luego distribuye cámaras de vídeo a los niños y proyecta sus imágenes como regalo de despedida. Una atmósfera carnavalesca impregna las proyecciones, recordándonos cómo las películas pueden ser místicas y fascinantes. Las películas de los niños son visiones irreales y poco comunes de sus valores y experiencias. Sus imágenes son apreciablemente más crudas y más honestas que las que veríamos de los periodistas occidentales. Los niños mayores capturan entrevistas desgarradoras de los adultos de Goptapa, en las que los entrevistados hablan rápidamente sobre sus tragedias personales, como si así doliera menos. Los niños más pequeños se centran más en la diversión, filmando a sus amigos y contando historias, recordándonos que no son tan diferentes de los demás niños.
Sin embargo, incluso en las películas de los jóvenes vemos una silenciosa desesperación. En la película del joven Mohammed, un niño juega con barro porque no tiene nada más con qué jugar; él ‘da sus deseos al barro’. Cuando se le pregunta a quién ama, Mohammed dice “a aquellos que protegen este pueblo”, no a su familia ni a sus amigos. A través del cine, empatizamos con esta comunidad herida, paralizada por el miedo a la persecución. Al final, Cousins modifica su afirmación de que el cine puede hacer que la guerra parezca menos real: estos niños ven el cine no como un escape sino como una herramienta para ayudarlos a luchar por una vida mejor.
La visión única de Cousins es una visión refrescante y reflexiva de la vida en un pueblo marcado por la guerra; yuxtapone hábilmente los hermosos panoramas de Goptapa con su trágica historia, evitando deliberadamente la apariencia y el tono de un anuncio de una ONG. Su estilo visual esotérico combina vistas pastorales con tomas caprichosas de viento, globos y burbujas para que incluso en una tierra antigua plagada de conflictos, pensemos en lo que es ser un niño e imaginemos inocentemente un mundo donde todo es posible. Como tal, The First Movie es un documental sorprendente y original, y es mejor verlo cuando anhelas un escape.
Más información: https://gerryco23.wordpress.com/2010/10/22/the-first-movie/