Título en España: Sin nombre
Año: 2009
Duración: 96 min.
País: México
Director: Cary Joji Fukunaga
Guión: Cary Joji Fukunaga
Fotografía: Adriano Goldman
Música: Marcelo Zarvos
Reparto: Paulina Gaitan, Edgar Flores, Kristyan Ferrer, Diana García, Tenoch Huerta, Héctor Jiménez, Damayanti Quintanar, Guillermo Villegas, Luis Fernando Peña, Gabino Rodríguez, Mary Paz Mata, Giovanni Florido, Gerardo Taracena, Harold Torres, Noé Hernández
Sinopsis: Sayra (Paulina Gaitan), una adolescente hondureña, se reúne con su padre para ir a los Estados Unidos; a partir de Chiapas, viajan en el techo de un vagón de mercancías, donde están expuestos tanto a las inclemencias del tiempo como a la violencia.
Nos centramos en la vida en movimiento con Sin nombre (2009), una coproducción entre México y Estados Unidos dirigida por Cary Joji Fukunaga. La película se aproxima a la migración en Centroamérica a través de la historia de Sayra, una adolescente hondureña que se reúne con su padre para cruzar el camino que separa su país de los Estados Unidos en el techo de un vagón de tren. A partir de las distintas dificultades que surgen en el camino, la película pone de manifiesto la dureza de la experiencia migratoria que sufren miles de adolescentes cada año.
(El siguiente texto ha sido extraído de https://www.cinemanet.info/2009/11/sin-nombre/)
Tras viajar por medio mundo y dirigir el galardonado corto Victoria para Chino, el estadounidense Cary Joji Fukunaga —de ascendencia sueca y japonesa— muestra una sorprendente solidez en Sin nombre, su primer largometraje de ficción, en el que se aprecia la influencia de películas como Estación Central de Brasil, de Walter Salles; Ciudad de Dios, de Fernando Meirelles; María, llena eres de gracia, de Joshua Marston, o Amores perros, de Alejandro González Iñárritu. Producida por los actores mexicanos Diego Luna y Gael García Bernal, hasta ahora ha ganado los Premios a mejor dirección y fotografía en Sundance 2009, y el de mejor dirección en Edimburgo 2009.
El protagonista es Willy, el Cásper, un adolescente que forma parte de la Mara Salvatrucha, una violenta mafia juvenil que actúa en Tapachula, Chiapas, al sur de México. Tras introducir en la banda a El Smiley —un duro chaval de doce años, al que someten a una brutal iniciación—, El Cásper se enfrenta con el jefe de la banda por una chica, y huye en el techo de un tren de mercancías atestado de mexicanos e inmigrantes ilegales que se dirigen hacia el Norte, a la frontera con Estados Unidos. En el tren conocerá a Sayra, una bondadosa chica hondureña, que viaja contra su voluntad con su padre y su joven tío. Así que, a la constante amenaza de la Migra —los policías de Inmigración— se añade la persecución implacable de los brutales mareros.
Las interpretaciones son bastante sólidas y dotan de alma a una impactante puesta en escena hiperrealista, con un alto componente documental. El tono es seco, directo y a veces explícito en el tratamiento de la violencia y el sexo. Pero Fukunaga no se regodea en esa crudeza, da primacía a la progresión dramática y moral de sus personajes, e incluso oxigena el conjunto con una visión positiva de la religiosidad cristiana de los protagonistas y de la labor social de la Iglesia católica.
El debutante Cary Fukunga recibió el premio a la mejor dirección en el Festival de Sudance de 2009 con este thriller dramático con puntos de “road movie”, que narra el periplo de tres hondureños y un mexicano para traspasar la línea que separa un hemisferio que vive en la opulencia y el bienestar, con el otro que intenta sobrevivir.
En el camino tendrán que superar incomodidades, adversidades meteorológicas o el asalto de bandidos. Pero estas contrariedades les llevarán a compartir sus escasos bienes y a ayudarse. Para uno de los protagonistas, El Casper, este viaje también será un modo de redimirse de un pasado oscuro y la oportunidad de empezar de nuevo.
Gael García Bernal (“Babel”, “Diarios de motocicleta”) y Diego Luna (“La terminal”, “Open range”), dos de los actores mexicanos con más proyección internacional, producen esta película de temática social, que refleja una realidad nada ajena a nosotros, porque en el día a día nos cruzamos con personas que han pasado por una odisea similar a los protagonistas de la película. El arranque de “Sin nombre” es un tanto sórdido y violento, al centrarse en las bandas callejeras que dominan algunas de las ciudades mexicanas.
A pesar de todo, la película trata una realidad social que muchas veces eludimos; una historia sobre las segundas oportunidades y la redención y el arduo camino hacia “el paraíso”.
Más información: https://www.laprensalatina.com/recomendaciones-de-cine-hispano-sin-nombre-2009/