Título en España: Nadie sabe
Título original: Dare mo shiranai
Año: 2004
Duración: 141 min.
País: Japón
Director: Hirokazu Koreeda
Guión: Hirokazu Koreeda
Fotografía: Yutaka Yamasaki
Música: Gontiti
Reparto: Yûya Yagira, Ayu Kitaura, Hiei Kimura, Momoko Shimizu, Hanae Kan, Susumu Terajima
Sinopsis: Cuatro niños, hijos de distinto padre, viven felices con su madre en un pisito de Tokio, aunque nunca han ido al colegio. Un buen día, la madre desaparece dejando algo de dinero y una nota en la que encarga al hijo mayor que se ocupe de sus hermanos. Condenados a una dura vida que nadie conoce, se verán obligados a organizar su pequeño mundo según unas reglas que les permitan sobrevivir. Sin embargo, el contacto con el mundo exterior hace que se derrumbe el frágil equilibrio que habían alcanzado.

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Nadie sabe (Dare mo shiranai, 2004) es una producción japonesa dirigida por Hirokazu Koreeda. La película nos cuenta la historia de una familia monomarental formada por cuatro niños, de distintas edades y padres, que conviven en un pequeño piso de Tokio sin haber tenido nunca educación reglada. Su vida idílica se verá trastocada cuando su madre les abandone a su suerte, teniendo que sobrevivir sin una red de soporte.


(El siguiente texto ha sido extraído de https://filasiete.com/critica-pelicula/nadie-sabe/)

La vida de Akira, Kioko, Shigeru y Yuki transcurre entre las cuatro paredes de un pequeño apartamento de Tokio. La situación de los pequeños es de lo más precaria: el casero y el vecindario sólo conocen la existencia del mayor, mientras que sus hermanos se ven obligados a esconderse en maletas para entrar en el nuevo piso, no están registrados legalmente y tienen absolutamente prohibido salir a la calle o al balcón. Basada en un hecho real que ocurrió en Japón en 1988, Nadie sabe se centra en el mundo creado por estos hermanos a raíz del abandono de su madre para formar un nuevo hogar.

Fuertemente impactado por la crudeza del suceso, Koreeda dirige, escribe y monta un filme en el que se propone recrear las vivencias, los juegos y las dificultades de estos cuatros hermanos. Formado en la televisión, donde realizó varios documentales, posee la facultad de mostrar un universo a medio camino entre la ficción y el documental, compuesto por varias piezas que reconstruyen la cotidianeidad de la familia y cuyo hilo conductor está marcado por el paso de las estaciones. Rodada durante un año completo en orden cronológico, la película desea explorar el desarrollo de los niños frente a una situación adversa.

Koreeda juega con el tiempo para adaptarlo al escenario en el que se desenvuelven los personajes. El tempo narrativo se dilata, queda prácticamente detenido, para adecuarse a la percepción de los niños, que lo conciben de una forma infinitamente más pausada que los adultos. De esta forma, a medida que los adultos dejan de formar parte de su entorno, los días, los juegos, las risas y los sufrimientos parecen alargarse. El protagonismo inquietante de los silencios y la utilización de una poderosa y emotiva banda sonora (ejecutada únicamente por las notas de una guitarra y un ukelele) nos invitan a descubrir sus inquietudes y sentimientos.

Los diálogos pasan a un segundo plano, y las elipsis y los objetos adquieren el protagonismo absoluto (la maleta rosa, la laca de uñas, el piano de juguete, las zapatillas, la terraza…). A pesar de la crudeza del relato, la película esquiva el morbo y el voyeurismo, sin eludir el dolor, para centrarse en la inocencia, la inconsciencia o la crueldad de la infancia. Los días pasan lentamente y su situación es cada vez más precaria pero, por mucho que los hermanos se vean impelidos a crecer a toda prisa y comportarse como adultos, es difícil dejar atrás la infancia y controlar la adversidad y los riesgos de una vida sin guías ni asideros.

Nadie sabe se vio en la sección oficial de la Seminci 2004. Yuya Yagira (Akira) fue mejor actor en Cannes 2004. Hana Yorimo Naho será la próxima película del director, una historia de samuráis en la era Edo.