Título en España: Gypsy
Título original: Cigán
Año: 2011
Duración: 107 min.
País: Eslovaquia-República Checa
Dirección: Martin Sulík
Guión: Marek Lescák y Martin Sulík
Fotografía: Martin Sec
Música: Vladimír Godár
Montaje: Jirí Brozek
Reparto: Ján Mizigár, Attila Mokos, Miroslav Gulyas, Martina Kotlárová, Martin Hangurbadžo, Jakub a Matej Conkovci, Miroslava Jarábeková, Marcela Cisárová-Gulys, Cyril Mirga
Sinopsis: La muerte del padre de Adam, un chico gitano de 14 años, rodeada de sospechas, da inicio a este retrato de la fatalidad que acompaña la existencia gitana: extrema pobreza, chozas improvisadas, constantes agresiones verbales y una agresividad latente. Sin embargo, también muestra con rectitud la energía de los gitanos, que se transmite a través de la música, la religión, el sentido de la familia y la presencia de numerosos niños que corren por las calles.
La película eslovaca Cigán (“Gitano”), dirigida en el año 2011 por Martin Sulík, cuenta la historia de un adolescente gitano, Adam, cuyo padre muere en circunstancias extrañas (“ustedes lo mataron, racistas”, gritan los gitanos a la policía). Desde ese momento, cual tragedia griega (o incluso recordando la historia del príncipe Hamlet), el engranaje de la fatalidad se pone en marcha y todos podemos adivinar que algo nada bueno terminará sucediendo. Magnífica recreación de la cultura y el ambiente de un poblado gitano en la Europa del siglo XXI.
(El siguiente texto ha sido extraído de https://baxtalo.wordpress.com/2011/07/12/galardonado-el-film-gypsy-del-director-eslovaco-martin-sulik/)
Adam es un niño de catorce años que vive en un poblado gitano con su madre, su padre y sus tres hermanos. Cuando su padre aparece muerto en condiciones misteriosas (según la policía, es un accidente, pero Adam sospecha que se trata de un asesinato), su madre se casa con el hermano de su padre, lo cual nos lleva inevitablemente al terreno de Hamlet. Sin embargo, la tormentosa relación entre Adam y Jula parece más bien sacada de Romeo y Julieta, no porque las familias estén enfrentadas, sino porque la familia de ella es aún más pobre que la de Adam.
El joven actor Ján Mizigár brilla encarnando a un adolescente golpeado por la muerte violenta de su padre, los problemas de exclusión y racismo, las difíciles condiciones de vida en su poblado, y también por hábitos y costumbres de la comunidad gitana.
El director, Martin Sulík convivió durante varias semanas con la comunidad gitana eslovaca, documentándose y buscando a su reparto, y el esfuerzo ha sido muy valioso, ya que ha dotado a la cinta de un toque naturalista y el poblado tiene un aspecto impresionante. Aunque la fotografía puede parecer algo descolorida, resulta evidente que la idea es representar todas las tonalidades de la vida gitana. El resultado es convincente y emocionante, aunque es una pena que el director pusiese dos avestruces, acercándolo en exceso al cine de Kusturica. Por su parte, el reparto no profesional resulta excelente, con una banda sonora lo suficientemente sutil para no acentuar los excesos del mundo gitano. Tampoco desmerecen la fotografía y el montaje.