Título en España: Bashu, the Little Stranger
Título original: Bashu, gharibeye koochak
Año: 1989
Duración: 117 min.
País: Irán
Dirección y Guión: Bahram Beizai
Fotografía: Firooz Malekzadeh
Dirección artística y vestuario: Bahram Beizai e Iraj Raminfar
Montaje: Bahram Beizai
Reparto: Susan Taslimi, Parviz Poorhosseini, Adnan Afravian, Bashu, Akbar Doodkar, Farokhlagha Hushmand
Sinopsis: Un niño huye en solitario durante la guerra de Irak e Irán, hasta que llega a una casa donde no hablan su idioma. Allí le cuida una madre con dos hijos, que espera la llegada de su marido proveniente de la guerra. Juntos bordean la barrera de los prejuicios culturales hasta comunicarse…
Bashu, gharibeye koochak, traducible como “Bashu, el pequeño extranjero”, película iraní realizada en 1989 por Bahram Beizai en la que se cuenta la historia de Bashu, un niño que huye en solitario durante la guerra de Irak e Irán, hasta que llega a una casa donde no hablan su idioma, habitada por gentes de piel mucho más clara que la suya. Allí le cuidará una madre con dos hijos que espera la llegada de su marido proveniente de la guerra. Juntos bordearán la barrera de los prejuicios culturales hasta comunicarse.
(El siguiente texto ha sido extraído y traducido de http://www.nytimes.com/1990/09/14/movies/review-film-new-life-for-an-iranian-boy-seeking-refuge-from-war.html)
El peligro aéreo se cierne sobre el personaje de 10 años de la película iraní Bashu, the Little Stranger, pero cambia tan radicalmente como lo hace el entorno del joven. Está en el Golfo Pérsico cuando la película comienza, experimentando los terrores de una incursión aérea iraquí (la película ha mostrado aviones de guerra volando tras los títulos de apertura) y viendo con angustia cómo el bombardeo mata a sus padres y destruye su hogar. Después de esto, Bashu se arrastra en un camión hacia el norte y termina en un lugar más verde, más pacífico, de su tierra natal, donde el mayor peligro tan solo proviene de las aves de rapiña.
Esta pequeña, simple y silenciosamente eficaz película de Bahram Beizai muestra cómo Bashu encuentra su camino en una nueva familia. Hallado en un campo por una madre de buen corazón llamada Nai (Susan Taslimi), el cauto Bashu (Adnan Afravian) tiene miedo al principio. También le cohíbe una barrera lingüística que separa los dialectos del sur y del norte de Irán. Además es rechazado por los vecinos de Nai por ser de piel mucho más oscura que ellos. Los vecinos son parientes que, por encima de todo, son curiosos y visitan frecuentemente la casa de Nai para observar al niño y darle consejos. Bashu, the Little Stranger, que ha sido bellamente fotografiada por Firooz Malekzadeh, muestra pocas sorpresas, pero tiene una buena dosis de calidez. La señorita Taslimi, proclive a hacer gestos extravagantes, tiene una presencia fuerte y afectiva, y las escenas de la vida de la aldea son vívidas. La película, que tiene poco desarrollo dramático, muestra algunas enfermedades y nos enseña unas visitas al mercado local y al escritor de cartas del pueblo. Con este último, Nai redacta una carta contándole a su marido ausente acerca de Bashu. “Come menos de lo que trabaja”, dice la carta.
Bashu, the Little Stranger tiene poco que decir sobre la guerra después de su secuencia de apertura, pero aspira a un misticismo primitivo en algunas de sus escenas posteriores. La figura de la madre muerta de Bashu simplemente se convierte en parte de la vida del pueblo, apareciendo de vez en cuando para caminar cerca de Nai y cuidar a su hijo. Y el marido de Nai exhibe una calidad similar que obsesiona cuando él aparece finalmente. Esta puede ser la única película cuyo final feliz toma la forma de una familia uniéndose eufóricamente para ahuyentar a un jabalí.