Título en España: Los olvidados
Título original: Los olvidados
Año: 1950
Duración: 80 min. B/N
País: México
Director: Luis Buñuel
Guión: Luis Buñuel y Luis Alcoriza
Fotografía: Gabriel Figueroa
Música: Rodolfo Halffter y Gustavo Pittaluga
Diseño de producción: Edward Fitzgerald
Dirección artística: William W. Claridge
Montaje: Carlos Savage
Reparto: Estela Inda, Miguel Inclán, Alfonso Mejía, Roberto Cobo, Alma Delia Fuentes, Francisco Jambrina, Jesús Navarro, Efraín Arauz, Sergio Villarreal
Sinopsis: En los suburbios de Ciudad de México, el Jaibo escapa del correccional y se reúne en el barrio con su pandilla. Junto con otros dos chicos, trata de asaltar a Don Carmelo. Días más tarde, el Jaibo mata, en presencia de su amigo Pedro, al muchacho que supuestamente tuvo la culpa de que lo enviaran al reformatorio. A partir de este suceso, los destinos de Pedro y del Jaibo estarán fatalmente unidos…
Nuestro Luis Buñuel, en su magnífica obra maestra Los olvidados (1950), nos cuenta la historia de una pandilla de muchachos moviéndose en los ámbitos de la delincuencia en los suburbios de la ciudad de Méjico. Buñuel denuncia de forma cruda y hasta cruel, una sociedad llena de desigualdades que se devora a sí misma mientras olvida en vertederos apartados a sus propios hijos, víctimas y verdugos de una desidia conductual y educativa derivada de los problemas inherentes al ambiente que los rodean.
(El siguiente texto ha sido extraído de http://www.filmaffinity.com/es/review/17262594.html)
Tercer film de la etapa mejicana (1946/55) de Buñuel. Se basa en un trabajo previo de documentación en los suburbios de Méjico DF. Se rueda en 1950 en escenarios naturales y en los Estudios Tepeyac. Obtiene 1 premio de Cannes (dirección). Producido por Óscar Dancigers, se estrena el 9-XII-1950 (Méjico).
La acción tiene lugar en Méjico DF en 1950. La película aporta un retrato realista, crudo y pesimista del mundo de los adolescentes que viven en los suburbios de la ciudad, abocados a la miseria, la violencia y la criminalidad. El realizador no juzga a los personajes y no formula denuncias explícitas. Explica unos hechos que por sí mismos provocan malestar y mueven a la reflexión y a la crítica. La narración de Buñuel se desarrolla con una fuerza inusual, arrolladora e intensa. El estreno del film provoca entre el público y la crítica sentimientos de rechazo y reacciones de repulsa, a pesar de la voz en “off” que en el prólogo explica que el problema objeto de atención se da en todas las grandes ciudades del mundo: NY, Londres, París, Méjico DF y otras.
El film explora una realidad que el paso del tiempo ha agravado con la difusión del consumo de drogas, por lo que la propuesta de Buñuel mantiene su vigencia y actualidad. El punto de vista del realizador suma realismo y referencia surrealistas. Acentúa el dramatismo del argumento con referencias a temas tan perturbadores como la explotación laboral de menores, la pedofilia, el abandono de menores, la superposición de funciones de verdugo y víctima en los menores que pelean entre si, la burla de personas con discapacidad, la violencia entre iguales, etc. Se refiere, también, a la fatalidad del destino, al imperio de la irracionalidad y al absurdo de la vida. Se sirve de sueños, pesadillas y alucinaciones y de elementos de su particular simbología: gallinas, huevos de gallina, gallos, cuchillos, perros, borricos. Aborda el tema de la lucha entre el Bien y el Mal a través de la interacción de Jaibo y Pedro. Muestra la pulsión del deseo con imágenes de los muslos de Merche manchados de leche, las caricias que recibe de don Carmelo y otras. Añade un plano transgresor, que pone de manifiesto la frustración y la rabia de Pedro en el reformatorio, al lanzar un huevo contra la cámara. La ceguera de don Carmelo sugiere la incapacidad de ver y los deseos de no ver de instituciones, Gobiernos y Administraciones.
La narración hace uso de elipsis (puerta que se cierra tras Jaibo y la madre de Pedro) y de sobreentendidos. Entre éstos, su concepción de que las causas del problema son estructurales y, por ello, las soluciones se hallan lejos de la política paternalista, superficial y melosa de la Granja Escuela. Refuerzan el relato una banda sonora vibrante y potente, compuesta por Rodolfo Halffter a partir de temas de Gustavo Pittaluga, y una excelente fotografía, de Gabriel Figueroa (La noche de la iguana, Huston, 1964).
Gran película de Buñuel, emocionante, conmovedora e imprescindible.
Los personajes principales son Jaibo (Roberto Cobo), fugado de un correccional; Pedro (Alfonso Mejía), hijo de una violación; don Carmelo (Miguel Inclán), invidente que malvive cantando en el mercado; la madre de Pedro (Stella Inda) y de otros menores; Merche (Alma Delia Fuentes), una adolescente atractiva e inocente; Julián y otros adolescentes de la calle.